Helen Fisher, antropóloga evolutiva de la universidad Rutgers (New
Jersey), a partir de sus estudios del cerebro de los enamorados, dice que los
antidepresivos alteran la química del cerebro hasta que no te importe la cuestión del amor: "No solo hablan de una notoria habilidad de los fármacos para amortiguar el deseo y el funcionamiento sexual. Piensan que los fármacos debilitan también el anhelo de tener una pareja, quizá
incluso la capacidad misma de la mente para enamorarse".
Obvio que por el momento es una teoria, pero ya sirve de excusa para esas reuniones incomodas donde salta el "para cuando el novio/a", uno de ultima, para que no molesten mas puede tirar toda una explicación sobre el tema.
Como siempre el Stress como el gran enemigo de fondo.
(Apropósito: Amor, si te deprimís te acompaño con una batería de
Blocks y Alfajores!)